Los plumones están en su nido. Junto a Rita, despiden a las guías que ya tienen sus plumitas más fuertes y están listas para comenzar el Gran Juego de Volar. Les entregan un mapa, para que puedan encontrar su camino a la Ronda. Allí las esperan las Alitas, junto a Silvina y Antonella. Primero nos cuentan por qué quieren hacer su Promesa. Como todavía necesitan que sus papás las acompañen y las ayuden a perseverar en su compromiso, les piden permiso para hacer su Promesa de Alitas.
Silvina y Antonella despiden a las guías que finalizan su etapa en las Alitas, entregándoles un pequeño recuerdo. Entonces cruzan el puente para entrar en el mundo de la Aventura, y nos cuentan por qué quieren continuar en esta etapa. Ahora deben formular otra Promesa, porque su compromiso es mucho mayor. En la Caravana las reciben Andrea y Daniela. Ellas les entregan un pedacito de soguín que las nuevas Caravanas atan a otro mucho mayor, simbolizando con este gesto su pertenencia a la nueva Rama.
Las guiadoras de la Caravana, pronuncian palabras de despedida, explicando el significado del pase y entregando también un recuerdo. Las guías desatan su pedacito de soguín que durante su etapa de Caravanas ha formado parte del conjunto de soguines de la Rama. Tomando su mochila, comienzan el camino hacia el Sol, donde las reciben Marcela y Margarita.
REMANDO HACIA LA LUZ DEL SERVICIO: Terminada su etapa en el Solar, las guías comienzan a remontar el río de su vida. Preparan el fuego para iluminar su río; en la comunidad encuentran los leños. Tomando la fuerza y la seguridad en la Vida Sacramental y en la comunidad, hacen frente a las dificultades para seguir el camino personal, para llegar a la meta que es el SERVICIO. Las reciben Flavia y Esther, quienes serán sus Guiadoras en esta etapa. Las guías eligieron como madrina a Marcela.
0 comentarios:
Publicar un comentario